Mantas tibetanas

La lana de yak es duradera, transpirable, ligera y cuenta con unas propiedades térmicas increíbles, que te mantienen fresco en verano y cálido en invierno.

Un solo yak produce una media de unos 100 g de lana al año, apenas una madeja de grosor fingering, por lo que es una fibra rara y preciosa. Esta fibra corta se encuentra entre las calidades más lujosas como el cashmere o la baby camel, aunque más suave en cuanto a espesor y textura, con el beneficio adicional de hacer menos pelusa que cualquier otra fibra.

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